Además este fin de semana se ha celebrado el Año Nuevo Chino y por ello voy a hacer mi pequeño homenaje a esta gastronomía, que me encanta, poniendo un poquito de soja y demás en mis próximas elaboraciones.
INGREDIENTES PARA 3 PERSONAS:
3 cuartos traseros de pollo
1 cebolla dulce
3 ajos
El zumo de una naranja
3 cucharadas soperas de salsa Teriyaki Kikkoman
200 ml de vino blanco
3 cucharadas soperas de miel
3 patatas medianas
Sal y pimienta
PREPARACIÓN:
Calentamos el horno a 220 grados.
Ahora exprimiremos la naranja y mezclaremos su zumo junto con el vino, la miel, la salsa teriyaki y una pizca de pimienta recién molida ( yo siempre utilizo en mis recetas un molinillo con un popurrí de pimientas). Removeremos muy bien y reservaremos.
Seguidamente cortaremos la cebolla en juliana y los ajos en trocitos pequeños. Los colocaremos en el fondo de una fuente apta para horno. Sobre ellos pondremos el pollo bien salpimentado y añadiremos la mezcla anterior.
Hornearemos de 75 a 90 minutos calor arriba y abajo. Primero lo cocinaremos por la parte de la piel hasta que empiece a dorarse. En ese momento le daremos la vuelta y lo dejaremos hasta que adquiera un bonito color dorado. Volveremos a dar la vuelta y dejaremos unos minutos más hasta que la piel esté crujiente. En todo este proceso iremos remojando el pollo con la salsa, de vez en cuando.
Cuando el pollo ya esté casi listo colocaremos las patatas en un bol, lo cubriremos con papel film y cocinaremos unos 9 minutos, a máxima potencia. Todo dependerá del tamaño de las patatas, las mías eran medianas. Pincharemos con un cuchillo y cuando veamos que las podemos atravesar, es que ya están listas. Las pelaremos, cortaremos y salpimentaremos para que acompañen a nuestro maravilloso pollo. También podéis cocinarlas con el pollo, en rojadas o en cuadrados, desde el principio del horneado.
Espero que disfrutéis de esta sencilla pero sabrosa receta!!!
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